Un Apellido Vasco en el Fin del Mundo
- Urszula Skwarek & Eric Bengoetxea
- 12 mar 2015
- 5 Min. de lectura

Finisterra – fin de la Tierra, tiene algo que atrae a toda la gente. Desde la gente de calle hasta los grandes marineros. Los peregrinos que parten al Camino de Santiago llegan aquí para quemar sus prendas – el símbólo del inicio de nueva vida. Sin embargo Finisterra no es sólo un lugar que te quita el aliento.... Finisterra es conocida también como la Costa da Morte por el gran número de naufragios durante los temporales que a menudo golpean la costa.
Ya no queda ni rastro del chapapote del Prestige, pero un prestigioso apellido vasco permanece en una roca a pocos metros del faro, ''Saralegui'' (en euskera: lugar de sauces).

Acompañadnos a conocer la historia de Alfredo Saralegui Casellas.
Aquí, los martes y los viernes son los días del mercadillo.
Caminando por las estrechas calles llenas de puestos nos acercamos a la lonja. En frente de la entrada principal dos hombres mayores estan discutiendo energéticamente. Manuel Da Chula y Juan Jose Fernandez Traba – ambos gallegos de pura cepa, han vivido su vida en el mar.

La conversación empieza con Manuel, quien nos hace adivinar su edad. Es mayor que Juan, pero dice que tiene la energía de un hombre de 50 años. Está esperando para un coche que trae pienso para sus animales, nos cuenta: ''A Finisterra llegaban muchos Vascos, incluso recuerdo alguno que se negaba a ser denominado francés, siendo de San Juan de Luz''. Durante mucho tiempo trabajaba en barcos en los puertos de Guipuzkoa. Dice que Trintxerpe (Pasajes) lo llamaban ''la tierra del dolar'' ya que en los años 60 y 70 uno podía ganar mucho dinero trabajando como marinero.

Juan Jose, conocido por sus paisanos como ''Juanitero'' tiene 71 años. Navegó por Pasajes, Singapur, Nueva Zelanda, Cabo de Buena Esperanza, Terranova... etc.
Él y Manuel están de acuerdo con que en St. Pierre et Miquelon, St. John's y en Halifax los vascos y los gallegos trabajaban codo a codo. Dicen, que cuando venían los alemanes nadie quería trabajar con ellos y añaden que la capital de Terranova, St. John's, se convirtió en el ''cementerio de los portugueses'' que iban ahí en pesca de bacalao.
Por curiosidad les preguntamos sobre Alfredo Saralegui cuya placa honorífica se encuentra en el cabo a escasos metros del faro. ''Está ahi desde cuando nací, pienso que era alguien importante'' dice Manuel.
Impresionados por nuestra curiosidad nos dicen que esperemos con ellos a su otro amigo. Después de un tiempo viene Antonio, según Juanitero un hombre de cultura, nos dice: ''Alfredo Saralegui era el fundador de Cofradía de Pescadores en Finisterra. Era una persona muy apreciada por el pueblo.''
Antonio cuenta que su hermano vive en San Sebastián donde tiene el restaurante ''Casa Maruxa''.
Los tres estan de acuerdo en que los vascos y los gallegos trabajaban siempre juntos, sin embargo, subrayan que eran los vascos fueron siempre los que dieron la iniciativa para los lejanos viajes marítimos. Sin ellos los éxitos de los gallegos no hubieran sido posibles.
Añade Antonio: ¨Los gallegos fuimos los grandes explotados en el mar¨.
Juan Jose Fernandez Traba – Juanitero
''Seguidme. Os llevaré al museo en el castillo de San Carlos. Manolo que trabaja ahí os contrará mucho acerca de este tema''. Durante todo el camino Juanitero subrayaba que los mejores años de su vida pasó en el País Vasco. Vivió en Renteria y trabajaba en Trintxerpe (Pasajes). Viajó hasta los puntos más lejanos de la Tierra. ''Cultura es viajar y viajar es cultura'' dice.
Volvio hace unos 20 años al puerto vasco: '' Los chavales, hijos de mis amigos marineros no quieren trabajar...prefieren gastar en copas el dinero que con sudor ganaron sus padres, es triste. Ahora tienen muchas facilidades, pero faltan el respeto a sus padres''.
Cuando llegamos al museo la puerta está cerrada – ''Venid conmigo, os enseñaré mi casa.'' Construida de piedra y datada al siglo XIII lleva el nombre de ''Casa Juanitero''. Con orgullo nos muestra la foto del edificio en sus inicios.

La casa a la que siempre volvía....su casa en fin del mundo.

Nos cuenta que el mapa que vimos otro día en el restaurante ''A Lareira'' es una copia del original que tiene en su casa. Escrita a mano por un patrón local describe varias historias de los naufragios más espectaculares.
Bebiendo la cerveza en uno de los bares Juanitero empieza su historia. ''Desde Trintxerpe a St. John's hay unos 9-10 días del viaje. Y desde Finisterra a Nueva York unos 7 días. Desde aqui a Argentina hay unos 10.000 km, a Nueva York unos 5.000 km''. Estamos ubicados en un lugar clave de la comunicación marítima de Europa.

Juanitero pasó toda su vida en el mar – literalmente.
En el siguiente bar nos muestra unas fotos colgadas en la pared – son las fotos de su juventud. En una de ellas sale con otros dos amigos, lleva una txapela – nos reimos diciendole que parece un vasco. En otra está llegando en un barco danés al puerto de Nueva York fumando algo que asegura no ser tabaco.

Entre risas, nos da una master-class sobre pulpo:
''Recordad que cuando cortéis pulpo la carne debe de ser blanca ,esto signífica que el pulpo vivió bien en las Rías Baixas, tiene mejor sabor. Si la carne tiene el color rojizo el pulpo viene del mar, donde los temporales le han pegado mucho – ya no será tan deliciosa¨
''En el País Vasco la comida es muy rica – las mejores chuletas! Pero el pulpo sólo de aquí! El Mar Cantábrico es profundo y la plataforma continental desciende rapidamente. Sin embargo la plataforma continental en la costa gallega desciende poco al poco al océano lo que permite al pulpo vivir mejor y criar.
Juanitero con su mirada tierna se fija en las fotos donde está presente el pasado de Finisterra...''Deberíais quedar aquí más tiempo para conocer mejor a este lugar. El sábado los marineros y los pescadores tienen libre y no salen al mar, ellos también podrian contaros muchas historias.''

Observando el océano recuerda sus viajes y los trabajos en los barcos – ''quisiera volver al mar...''.
En este día tan soleado en el ''fin del mundo'' vienen a la cabeza muchos pensamientos sobre los marineros y los barcos que naufragaron aqui...Aparentemente la superficie del mar tan lisa como un espejo, sin ni una arruga parece no tener el fin.....
Pero tras tanto paseo y charla ¿quién era el Sr. Saralegui?
Alfredo Saralegui Casellas

Nació en el año 1883 en la ciudad de Ferrol. Toda su vida dedicó al mar - particularmente a los pescadores y los peligoros relacionados con su oficio.
En el año 1912 trabajó como Ayudante de Marina en Lekeitio donde fue el testigo de un accidente marítimo en el que murieron 112 pescadores. Eso le hizo pensar en establecer unas cofradías que protegerían los pescadores. Su iniciativa empezó en Bizkaia, pero uno de los lugares donde tuvo especial relevancia fue en en el cabo de Finisterre.
Nombrado por Eusko Ikaskuntza Presidente de la Sección Estudios Sociales de la Asemblea de Pesca Marítima Vasca.
Sus ideas de mejora social le hicieron sospechoso para el régimen franquista - cayó en olvido y su actividad fue interrmpida completamente.
Murió en Madrid en el año 1961.
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